Relación entre las propiedades de los materiales y su consumo responsable
En
la República Mexicana se generan cerca de 20 millones de toneladas de residuos
(materiales de desecho) al año. Nuestro país se encuentra en el quinto lugar de
los países del mundo que más los producen. Eso quiere decir que cada mexicano,
desde cada recién nacido hasta el mayor de edad produce 320 kilos de residuos,
como promedio al año. Sin embargo no solo es importante la cantidad de residuos
que producimos, sino también su naturaleza.
Reciclado,
una de las alternativas utilizadas en la reducción del volumen de los residuos
sólidos. Se trata de un proceso, también conocido como reciclaje, que consiste
básicamente en volver a utilizar materiales que fueron desechados y que aún son
aptos para elaborar otros productos o refabricar los mismos. Buenos ejemplos de
materiales reciclables son los metales, el vidrio, el plástico, el papel o las
pilas.
A
diferencia del reciclado, la reutilización es toda operación en la que el
envase concebido y diseñado para realizar un número mínimo de circuitos,
rotaciones o usos a lo largo de su ciclo de vida, es rellenado o reutilizado
con el mismo fin para el que fue diseñado.
Son
muchas las razones para reciclar: se ahorran recursos, se disminuye la
contaminación, se alarga la vida de los materiales aunque sea con diferentes
usos, se logra ahorrar energía, se evita la deforestación, se reduce el 80% del
espacio que ocupan los desperdicios al convertirse en basura, se puede
disminuir el pago de impuestos por concepto de recolección de basura y al mismo
tiempo se genera empleo y riqueza.
La
mayor parte de los desechos son reutilizables y reciclables, el problema
estriba en que al mezclarlos se convierten en basura. Así que una de las
soluciones al problema de la basura es no hacerla, separando los desechos para
poder reciclar. Hay que tener en cuenta también que resulta prácticamente
imposible que la basura desaparezca por sí sola; basta con saber el tiempo que
necesitan algunos materiales para deteriorarse en la naturaleza: un tallo de
bambú puede tardar en desaparecer de 1 a 3 años, pero los plásticos o las
botellas de cristal pueden permanecer intactos de 500 a 1.000 años
Es
importante que comprendamos que para ayudar a nuestro planeta es necesario
tomar en cuenta la regla de las tres “R”: Reducir, Reusar, Reciclar.
Hay
gente que piensa que a las tres “R” habría que agregarle algunas R más. Por
ejemplo Repensar que implica que los algunos productos deben ser diseñados
nuevamente para hacerlos menos contaminantes, menos consumidores de recursos,
etc. Otra que algunos creen que es muy importante es Responder y con esto se
refieren a que si ves algo que no te gusta de un producto porque daña el
ambiente podrías escribirle a los productores para hacerles saber tu
preocupación.
Reducir es lo primero que tenemos que tratar de hacer porque es
la mejor forma de prevenir y no curar. Esto quiere decir que hay que EVITAR que
se genere la basura comprando más sabiamente y utilizando los productos de la
manera correcta.
·
Comprando siempre
productos con menor cantidad de envase
·
Evitando comprar
cosas que contengan sustancias peligrosas y, si son súper necesarias,
asegurarse de tener lo justo y no más que eso.
·
Procurando no
desperdiciar alimentos
·
No comprando
productos descartables que son el enemigo Nº1 del ambiente. Teniendo cuidado al
utilizar productos contaminantes para no derramar o desperdiciar
Reusar es tratar de darle algún uso a la basura antes de
tirarla, por ejemplo, forrar las cajas, frascos o latas y usarlas para guardar
cosas.
Reciclar es una actividad que desarrollan muchas empresas
y personas, consiste en rescatar la basura para volver a utilizarla. Del papel
y cartón, se puede recuperar cerca del 40% a través del reciclaje, si no están
revueltos con basura que los moje o manche.
En
la actualidad se reciclan materiales muy diversos; los más comunes son el
papel, el vidrio y los envases. Otros materiales que se reciclan son las pilas
y baterías, pues son altamente contaminantes al contener elementos como el
mercurio (pilas botón), el cinc (pilas tradicionales), el níquel y el cadmio
(en los ordenadores y teléfonos móviles) o el manganeso (baterías de
electrodomésticos). También se encuentra en auge el reciclado de los
consumibles ligados a la informática, como los cartuchos de tinta o tóner de
las impresoras láser, y los propios equipos informáticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario